El trabajo de grupo, la consulta entre colegas y el constante apoyo y supervisión de los responsables han contribuido a que la labor del traductor deje de ser una actividad solitaria y sinónimo de aislamiento. El cumplimiento del método de trabajo y los controles de calidad nos han conducido hacia un continuo desarrollo y crecimiento.  
 
  MANTA Y LOS FREE LANCERS
4 de 4  
     
El traductor free lance, dado que cuenta solamente con sus propias fuerzas, es sumamente vulnerable a los imprevistos personales, familiares o circunstanciales. No todo su tiempo puede ser dedicado a la producción: se estima que debe dedicar alrededor de dos tercios a resolver problemas de tipo software o hardware, comunicándose con los clientes, reclamando pagos y buscando constantemente nuevos proyectos.

Nuestra organización logra que los traductores puedan concentrarse exclusivamente en la traducción siendo apoyados por su equipo y trabajando sobre aquellos argumentos que mejor conocen, transformando así su tiempo y esfuerzo en producción.
 
     
 
     
  Al formar parte de una empresa, a los traductores se les abren múltiples posibilidades de crecimiento, inclusive la opción de desempeñarse en algunas de nuestras sedes o grupos de trabajo en el exterior.